Windows 7, nativo pero virtual..

Si te gustaría probar Windows 7 pero no quieres formatear tu maquina, si necesitas tener varios arranques de sistema operativo y ya te van faltando particiones, si haces presentaciones a menudo y necesitas un arranque "limpio" y que sea fácil y rápido de restaurar, o si simplemente te gusta cacharrear con la tecnología y te chiflan las nuevas funcionalidades de los productos, entonces sigue leyendo. Este post es para ti!

Mucho se ha escrito ya acerca de esta nueva característica de Windows 7 de la cual os voy a hablar hoy, y estoy seguro de que mucho más se escribirá. De todas formas, y como es un post que llevo en la cabeza desde hace bastante tiempo (alrededor de 3 meses), no quería dejar de dedicarle el "tiempo de antena" que se merece. Os hablo del soporte nativo de Windows 7 para discos virtuales (.vhd). Esto, aparte de permitir la utilización de este tipo de discos (fuera del habitual entorno de virtualización), de la misma forma que utilizamos los discos físicos, permite también la instalación y arranque del propio sistema operativo desde un .vhd. Además de presentarnos con un abanico de nuevas posibilidades que veremos a continuación.

 

El "Porqué?"

Antes de Windows 7, para poder acceder a un disco virtual desde una instalación nativa del sistema operativo, era necesaria una herramienta de línea de comando (vhdmount) que está incluida en Virtual Server 2005 R2 SP1. En Windows 7 esas tareas se realizan directamente con las herramientas incluidas en el sistema operativo.

Los motivos para usar discos virtuales, o simplemente soportar el formato de forma nativa, son muy variados. Considerando que el uso de la virtualización se está extendiendo cada vez más, como mecanismo de consolidación de servidores y ahorro de costes, entonces tiene todo el sentido que nuestros sistemas operativos tengan “conocimiento” del formato. Esto permite que se puedan realizar tareas de mantenimiento sobre los discos de las máquinas virtuales aunque estas no estén arrancadas, o que simplemente se puedan crear estos discos que a posteriori se asociarán con la respectiva maquina virtual, o incluso como forma de pasar datos entre maquinas.

Otro de los escenarios posibles para el uso de estos discos y que es un beneficio directo del soporte nativo en Windows 7, es la instalación del sistema operativo en vhd, como os he comentado anteriormente. A parte de los motivos ya señalados en el primer párrafo de este post, para este tipo de instalación, se pueden obtener otras ventajas como por ejemplo la mayor facilidad en realizar copias de seguridad y restaurar nuestro sistema, o la posibilidad de mantener varias “versiones” de nuestro sistema a través del uso de discos padre e hijo.

En mi caso particular es un mix de todos estos motivos a la vez :-), pero al final casi todos giran en torno a un concepto, Flexibilidad!

 

La instalación...

Para conseguir nuestro propósito de instalar Windows 7 en un disco virtual, lo primero que necesitamos es crear ese disco virtual. Este paso se puede hacer tanto durante la instalación, como de forma previa. Eso sí, si lo vamos a hacer previamente, necesitamos tener ya una instalación de Windows 7, porque es necesario contar con el soporte para esta funcionalidad que viene incluido en algunos de los componentes del sistema operativo. De entre esos componentes podemos destacar por ejemplo, la nueva versión del comando ‘diskpart’ que nos permite crear y montar discos virtuales o el driver responsable por este tipo de dispositivos en Windows 7, el ‘vhdmp.sys’, cuyas propiedades podéis ver en la imagen de abajo.

 

vhdmp 

Una vez creado y montado el disco virtual donde vamos a instalar Windows 7, el resto del proceso es similar a una instalación normal en una partición de un disco físico. Lo mejor es que lo veamos en este video donde se explican los pasos a seguir para realizar una instalación de Windows 7 en un disco virtual (vhd).

 

 

No obstante, hay un punto que debemos tener en cuenta antes de realizar la instalación en un vhd. Aunque Windows 7 esté preparado para realizar actualizaciones entre las distintas compilaciones (o builds), esta opción no aplica al escenario de los vhds. Si tenemos Windows 7 instalado en un disco virtual, la actualización a una compilación más actual supone una reinstalación del sistema.

Y para terminar, en términos de rendimiento, la diferencia entre esta solución y la instalación directa en disco físico es prácticamente imperceptible. Incluso cuando nuestro disco es de expansión dinámica, lo que parece no afectar al rendimiento global, esto porque el proceso de expansión total se realiza durante el arranque, y al final de cuentas tenemos Windows 7 nativo… Pero virtual!

 

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