Participen en Pegasus II: Experimento de Internet de las Cosas en tiempo real desde el espacio

Por: Matt Long, Ingeniero Principal de Software en Microsoft

Mark Nichols and Matt Long, both architects for the Azure Center of Excellence about their Pegasus mission’s high-altitude balloon

La Misión Pegasus: Matt Long y Mark Nichols

Foto: Scott Eklund/Red Box pictures

Cuando sueñan con Internet de las Cosas (IoT) de vanguardia y en tiempo real, ¿Qué se imaginan? ¿Imaginan sistemas abiertos y distribuidos donde los componentes y subsistemas que los componen se comunican sin límites físicos para formar un sistema holístico que pueda conseguir una meta específica? ¿Imaginan la convergencia entre sistemas digitales y físicos para que el sistema combinado sea agnóstico sobre sus componentes – ya sean digitales o físicos? O tal vez, ¿Actores de sistema de IoT en tiempo real que procesan un día información discreta en el contexto que es observado para que los resultados puedan ser producidos? (Una teoría consistente con nuestro entendimiento de teorías y las matemáticas aplicadas de sistemas).

Una experiencia de usuario única desde el borde del espacio

Si han imaginado alguna de estas posibilidades, los invitamos a participar en el experimento de Pegasus II, que fue programado para su lanzamiento hace unos días. Nacido a partir de los resultados de una investigación que abarcó varios años que provocaron la creación de sistemas abiertos y complejos con comunicaciones en tiempo real, ustedes serán parte de la exploración a un sistema que podría abarcar límites geográficos y físicos y aprovechar poderosos procesadores digitales. Ustedes explorarán una nueva generación de sistemas con nuevas capacidades para acercar los mundos digitales y físicos. En específico, ustedes podrán:

  • Ver telemetría en tiempo real
  • Comunicarse con la nave espacial durante el vuelo
  • Recibir mensajes de texto desde la nave conforme avanza en sus logros
  • Ser testigos del lanzamiento en vivo y ver video del vuelo (a través del ojo en el cielo)

¿Quieren saber cómo? Es muy sencillo, regístrense para obtener notificaciones de mensajes de texto en el vuelo y Pegasus II les enviará un mensaje a su teléfono cuando comience su ascenso. Luego podrán ver video y telemetría en vivo en el sitio web del equipo de investigación, y pueden descargar las aplicaciones móviles a su teléfono al buscar “Pegasus Mission”. O pueden seguir en Twitter desde @PegasusMission.

Antecedentes del experimento Pegasus II

La llegada del experimento Pegasus II está basado en el primer experimento Pegasus I, que fue creado por Project Orleans de Microsoft Research. Orleans comenzó con un equipo de investigadores que buscaban explorar las posibilidades y el reto de simplificar y generalizar las comunicaciones entre actores de sistema heterogéneos y fluidos. En este experimento, los investigadores exploraron si podrían o no producir soluciones operables económicas, confiables, de baja latencia, escalables de manera lineal y de alto rendimiento.

Acoplada con una puerta de comunicaciones en la Nube de Microsoft, la configuración del equipo de investigación de Orleans resultó en algunos intentos por superar retos y volverse experiencial. Cuando su solución habilitó la información correcta para llegar al lugar adecuado en el momento justo y tenía la latencia deseada, el rendimiento, la escala y las características económicas necesarias, las tareas del equipo cambiaron de manera rápida hacia cómo demostrar esas capacidades en nuevas e interesantes maneras.

De este modo, a través del primer experimento de la Misión Pegasus, el equipo fue capaz de mostrar capacidades en tiempo real de Microsoft Azure IoT que incluyen servicios Azure IoT como Azure Stream Analytics. El experimento único en High Altitude Science presentó a Pegasus 1, un globo meteorológico que llevaba una carga con sensores, radios y video a una altitud de cien mil pies. Similar a Pegasus II, el público fue capaz de generar una interfaz con la nave durante el vuelo a través de un sitio web o de aplicaciones móviles. Aquellos que participaron, descubrieron que podían recibir información atmosférica y también comunicarse con la nave durante el vuelo y en tiempo real.