Por qué necesitamos una nube pública para el bien de las personas

Por: Satya Nadella, CEO de Microsoft

Microsoft Philanthropies, la recién anunciada expansión de nuestro compromiso para el altruismo global, acaba de hacer una gran declaración. Donaremos mil millones de dólares en recursos de cómputo en la nube durante los siguientes 3 años a 70 mil organizaciones no lucrativas y organizaciones no gubernamentales a nivel mundial. Los invito a leer los detalles de esta noticia en el texto publicado por Brad Smith.

Pero, ¿Por qué esto es importante y por qué ahora?

En la edición de enero 20 de The Financial Times escribo sobre los retos y las oportunidades que hacen necesario este esfuerzo. (Nota: Se requiere suscripción para acceder a la liga) En esa pieza de opinión editorial, hago la siguiente pregunta: ¿Cómo podemos facilitar a gobiernos y organizaciones no gubernamentales el uso de la nube pública para el bien de la gente?

La “nube pública” hace referencia a datos y servicios de almacenamiento masivos y protegidos para contar con privacidad, que se procesan sobre una red para uso público. El cómputo en la nube hace posible razonar sobre cantidades de datos para producir información de valor e inteligencia específicos. Convierte las conjeturas y la especulación en poder predictivo y analítico.

Hace unos meses, los líderes mundiales en las Naciones Unidas adoptaron 17 metas de desarrollo sostenible para enfrentar algunos de los problemas globales más complicados para 2030, entre los que se encuentran pobreza, hambruna, salud y educación. Una lectura cuidadosa de esas metas revele el rol central que los datos y el cómputo en la nube deben jugar para el análisis y la acción.

Esta semana, asistiré al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, para reunirme con otros líderes y enfocarnos en la cuarta revolución industrial, una transformación digital derivada de las tecnologías ubicuas, poderosas, móviles y conectadas en red.

Entre las preguntas que se hacen en Davos están las siguientes: Si el cómputo en la nube es una de las más importantes transformaciones de nuestro tiempo, ¿Cómo podemos asegurar que estos beneficios sean accesibles de manera universal? ¿Qué pasa si sólo las sociedades saludables tienen acceso a los datos, inteligencia, analítica e información de valor que viene del poder del cómputo móvil y en la nube?

Los gobiernos buscan un marco de trabajo coherente de políticas a favor de la nube. Creo que existen cuatro elementos- infraestructura, desarrollo de habilidades de siguiente generación, cómputo confiable y liderazgo. Este marco de trabajo debería impulsar un uso más generalizado de la nube pública para el bien de las personas. Lo que quiero decir es lo siguiente.

En la India, el LV Prasad Eye Institute ha tratado a 20 millones de pacientes con cataratas, una causa destacada para prevenir la ceguera. A través de la digitalización de registros médicos y otros datos socio-económicos, los doctores ahora pueden precisar los procedimientos necesarios para prevenir y tratar los impedimentos visuales.

En Nepal, después del devastador terremoto que sucedió en abril de 2015, los trabajadores de atención a desastres por parte de las Naciones Unidas utilizaron la nube pública para recolectar y analizar cantidades masivas de datos sobre escuelas, hospitales y hogares para acelerar el acceso a derechos compensatorios, paquetes de ayuda y otras asistencias.

En mi comentario en Financial Times cito algunos otros ejemplos, pero estas no deben ser historias aisladas.

La filantropía es un comienzo, pero para en verdad utilizar la nube pública para el bien de las personas, las empresas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales deben conjuntarse con una visión compartida y una pasión incansable para mejorar la condición humana y dirigir un nuevo crecimiento de manera más equitativa.