El futuro de la inteligencia artificial: Mitos, realidades y aspiraciones

Hace sólo unos años, hubiera sido improbable asumir que una pieza de tecnología pudiera entender de manera rápida y precisa casi todo lo que dices – y que sola lo traduzca en otro idioma.

Una nueva ola de avances en inteligencia artificial hace posible que la tecnología haga todo tipo de cosas que al principio no creemos y luego damos por sentadas. Esto hace nuestras vidas más sencillas y productivas y también ha comenzado a generar una nueva ronda de emoción y ansiedad sobre hacia dónde se dirige la inteligencia artificial.

Christopher Bishop - Microsoft Research

Christopher Bishop, Microsoft Research

“Justo ahora estamos en una fase de avances muy rápidos y eso tal vez siga por unos cuantos años”, mencionó Christopher Bishop, científico distinguido con Microsoft Research Cambridge.

Con los avances en aprendizaje de máquina, entre los que se encuentran las redes neurales profundas y los modelos probabilísticos, las computadoras ahora pueden traducir de manera instantánea conversaciones habladas y escritas, reconocer y titular fotos de manera precisa e identificar rostros y ser sus asistentes personales.

Y sin embargo, aunque pueden hacer algunas tareas individuales tan bien o incluso mejor que los humanos, la tecnología todavía no se puede acercar al complejo pensamiento que tienen los humanos.

“Es un camino largo hacia la inteligencia general”, mencionó Bishop.

Hace unos días, Bishop y Eric Horvitz, científico distinguido y el director general del laboratorio de Microsoft Research de Redmond, estuvieron presentes en un panel de expertos para discutir el progreso en inteligencia artificial: mitos, realidades y aspiraciones. El panel era parte del Faculty Summit anual de Microsoft Research, que también se transmitió en línea para aquellos que quisieron escucharlo.

Eric Horvitz

Eric Horvitz

Los más recientes avances en inteligencia artificial son el resultado de avances clave en AI, entre los que se encuentran desarrollos en aprendizaje de máquinas, razonamiento y percepción, en un escenario establecido por avances en múltiples áreas de la ciencia de la computación.

El poder de cómputo se ha incrementado de manera importante y ha escalado hacia la nube. Mientras tanto, el crecimiento de la web ha brindado oportunidades para recolectar, almacenar y compartir grandes cantidades de datos.

También ha habido grandes avances en modelado probabilístico, en los que los sistemas de cómputo consideran incertidumbres y hacen la mejor solución o recomendación, y el aprendizaje de máquinas, en el que una computadora mejora en algo basada en los datos que recibe.

Las nuevas capacidades también vienen de avances en tecnologías específicas, como métodos de aprendizaje de máquina llamadas redes neurales, que pueden ser entrenadas a partir de conjuntos masivos de datos para reconocer objetos en imágenes o entender palabras habladas.

Otro esfuerzo prometedor es la “AI integrativa", en la que competencias como la visión, habla, lenguaje natural, aprendizaje de máquina y planeación, se reúnen para crear sistemas más capaces, como uno que puede ver, entender y conversar con la gente.

Horvitz notó que esos nuevos avances también son dirigidos por los consumidores, que se han acostumbrado de manera rápida a un mundo en el que la tecnología entiende el habla diaria, recomienda libros y películas, se deshace de spam no deseado en su bandeja de entrada y encuentra para ustedes la ruta más rápida a casa en horas pico.

“Vemos más y más de estos éxitos en la vida diaria”, mencionó Horvitz. “Crecimos muy rápido acostumbrándonos a ellos y a esperar su llegada”.

Eso, en cambio, significa que las grandes empresas tecnológicas crecen más dependientes en construir sistemas exitosos basados en inteligencia artificial.

“La AI se ha vuelto más central para el competitivo paisaje para esas empresa”, comentó Horvitz.

A largo plazo, Horvitz ve un amplio potencial para que la inteligencia artificial mejore la calidad de vida de las personas en áreas como la educación, transportación y cuidado de la salud.

Desde ya, mencionó, la investigación en aprendizaje de máquina ha sido utilizado en numerosas áreas del cuidado de la salud, como los sistemas que predicen qué pacientes tienen un mayor riesgo de adquirir una infección adquirida en el hospital o de volver a ingresar a un hospital después de ser dados de alta.

Bishop resalta que la inteligencia artificial también presenta la oportunidad de que las máquinas hagan trabajos peligrosos, intensivos y sucios que la gente no quiere hacer. La inteligencia artificial también podría ser utilizada para enfrentar algunos de los problemas más importantes, como el hambre o el cambio climático.

“Veo mucha oportunidad para la humanidad”, comentó.

Pensar hacia el futuro

A pesar de los recientes avances en investigación de inteligencia artificial, muchos expertos creen que algunos de los avances más grandes en esta área están a años, si no es que décadas, de distancia. Conforme mejoran estos sistemas, Horvitz comentó que los investigadores crean salvaguardas para asegurar que los sistemas de AI se desempeñarán de manera segura incluso en situaciones no previstas.

“Debemos permanecer atentos, ser proactivos y tomar buenas decisiones, en especial conforme construimos más poderosas inteligencias, entre las que se incluyen sistemas que podrían ser capaces de superar nuestro pensamiento o repensar cosas de formas que no fueron planeadas por sus creadores”, comentó.

Investigadores, sociedades científicas y expertos de la industria construyen en herramientas, controles y limitantes para prevenir consecuencias inesperadas.

También evalúan de manera constante cuestiones legales y éticas, para asegurarse que conforme se vuelven mejores en tecnología dirigida por inteligencia artificial, ya han empezado a pensar ciertos dilemas potenciales. Esto crecerá en importancia conforme la AI se incorpore hacia áreas de alto riesgo como autos, medicina y defensa, mencionó Horvitz.

En muchos sentidos, aclara Horvitz, la idea de que las computadoras pueden hacer algo mejor o más rápido que los humanos no es nueva. Después de todo, las calculadoras lo han hecho desde 1940.

Horvitz también mencionó que la inteligencia artificial ha probado de manera consistente más dificultad que la esperada. Cuando los primeros trabajos en inteligencia artificial comenzaron en la década de los cincuenta, los investigadores predijeron con total confianza que en menos de dos décadas las computadoras iban a poder hacer la mayoría de las tareas que los humanos pueden hacer.

“Pensaron que las cosas irían muy rápido, y no fue así”, mencionó Horvitz. “Seguimos en ese camino”.

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