Expertos dicen: No culpen a las víctimas de las ‘selfies’ de los jóvenes

(Este es el segundo de los dos post que se publicaron hace poco acerca las imágenes inapropiadas que toman los jóvenes)

Es un error culpar a los jóvenes que toman fotos sexuales explícitas o videos de ellos mismos cuando dichas imágenes terminan distribuidas por todo el internet, de acuerdo a expertos quienes se reunieron en Londres para discutir un nuevo estudio realizado por la Internet Watch Foundation (IWF), basada en el Reino Unido.

También es un error asumir que las imágenes, a veces referidas como ‘selfies’ fueron tomadas de manera voluntaria por los niños que aparecen en ellas.

Los investigadores analizaron imágenes sexuales explícitas tomadas y supuestamente compartidas por los jóvenes, y encontraron que el 89.9 por ciento de las imágenes han sido ‘cosechadas’ desde la ubicación original donde se cargaron y publicadas en otros sitios púbicos. Por otra parte, el 100 por ciento de las imágenes que IWF analizó en cuanto a jóvenes menores de 15 años, fueron cultivadas y publicadas en otra parte.

El estudio de IWF, realizado a finales del año pasado y financiado por Microsoft, analizó 3,803 fotos y videos que se creyó fueron tomados por niños y jóvenes de hasta 20 años.

“Lo que IWF fue a buscar fue muy diferente a lo que encontró”, dice Tink Palmer, CEO de Marie Collins Foundation, y moderador de una panel de discusión acerca de los aspectos emocionales y de comportamiento de crear dichas imágenes. “Necesitamos enfocarnos en definir y entender que cada imagen cuenta una historia acerca de lo que les sucede a los jóvenes”.

Microsoft financió a IWF para repetir y expandir investigaciones similares hace tres años. El estudio de IWF en 2012 encontró que de las más de 12 mil imágenes que se tomaron y compartieron por los jóvenes y examinadas por IWF, el 88.15 por ciento han migrado a ‘sitios web parásito’ donde la gente a veces paga por descargarlas. Como parte de nuestra estrategia de protección en línea para jóvenes, Microsoft se interesó en aprender si la tendencia del 2012 continúa, y si hubo más para obtener a partir de la disponibilidad comercial del contenido.

Sin embargo, lo que IWF aprendió del nuevo estudio fue muy diferente. Las selfies del 2014 presentaron a personas incluso más jóvenes, por lo que es imposible referirse a esas imágenes como “auto producidas”. En efecto, los expertos acordaron que el contenido más reciente podría ser dividido en tres categorías: (1) verdaderamente auto generadas, (2) producto de engaños en línea y (3) resultado de la coerción directa o “sextorsión”.

“Con los menores de diez años de edad, tenemos que creer que sucede algo coactivo”, dice la profesora Sonia Livingstone del departamento de medios y comunicaciones en la escuela de economía en Londres. “Es solo otra manera en la que un grupo ya en riesgo es victimizado”.

IWF no pudo asegurar (ni estuvo a su alcance una determinación) sobre la categoría en la que cada imagen puede caer. Los últimos resultados son impactantes y perturbadores de acuerdo a la naturaleza sexual explícita de los actos que los jóvenes protagonizan. En el 2012, ni un joven que aparecía en una imagen se creía que tuviera más de 13 años, dijo IWF.

El evento en Londres, realizado en conjunto por IWF y Microsoft, presentó un segundo panel donde los expertos discutieron una guía para los padres y maestros, así como los esfuerzos tecnológicos que ya se llevan a cabo. El grupo ofreció consejos a los padres acerca de las cámaras web y cómo es que operan, para resaltar que no ya no son “dispositivos que se balancean en la parte superior de un monitor de computadora”. También anunciaron sencillos mensajes que les pueden funcionar a los jóvenes como “las partes privadas son privadas” y “alza la voz y cuéntaselo a alguien” si algo o alguien los hace sentir incómodos en línea o en cualquier lugar. El evento juntó a 100 políticos, defensores de la seguridad de los jóvenes, representantes de la industria tecnológica y otros más para discutir los hallazgos y para empezar a trazar una nueva ruta.

Todos acordaron que la investigación indicó que fueron requeridos diferentes análisis y potenciales mitigaciones para las imágenes que envuelven a jóvenes mayores contra aquellas que envuelven a niños menores de 13 años. El IWF estuvo de acuerdo. “Es indisputable que la coerción de los jóvenes para producir y/o compartir contenido sexual en línea debe referirse a una forma de abuso sexual de menores”, dice Sarah Smith, investigadora líder en el proyecto de IWF. El contenido producido por los otros grupos de mayor edad, mientras tanto, puede reconocerse más como el tradicional “sexting”.

Por nuestra parte, Microsoft buscará crear y presentar tecnología apropiada para ayudar a controlar el problema. De hecho, como parte de la iniciativa #WePROTECT Children Online del gobierno del Reino Unido, Microsoft dirige un proyecto tecnológico acerca de las imágenes indecentes auto generadas entre los jóvenes. En adición, vamos a continuar el aumento de advertencias, ayuda a la educación del público, y continuar con las asociaciones con organismos como IWF para asegurar las estrategias y trabajar en las “soluciones” propuestas. Microsoft ha acordado obtener patrocinios para investigaciones similares por el IWF este año.