Microsoft y el empleo en tiempos de crisis

Volvieron a salir las cifras del paro (hace apenas unos días) y volvimos a recibir malas noticias: en esta ocasión, el desempleo ha aumentado en 61.083 personas (un 1.5% más que en julio), con lo que las cifras de agosto nos dejan con un total de 3.969.661 personas sin trabajo. Si tradicionalmente el paro siempre baja en agosto, estos números constatan que la situación en España es, cuando menos, complicada. No vamos a entrar aquí en dimes y diretes de política económica laboral: dejemos eso para los políticos. Lo que está claro es que España afronta un panorama delicado, y que las iniciativas para solventarlo deben tener una intencionalidad global, y, seguramente, provenir de múltiples lugares y múltiples perspectivas.

Conforme salimos de una situación de recesión económica global, crear empleos debe ser una prioridad para los líderes gubernamentales de todo el mundo, y un reto que todos debemos hacer nuestro. El trabajo  de Microsoft Ibérica en el área de Responsabilidad Corporativa está, en este sentido, totalmente alineado con las necesidades de nuestro país, en los dos frentes principales: el del trabajador (formación, integración e inserción) y el del sector empresarial (innovación, mejora de la competitividad).

Veamos algunas cifras: se calcula que, entre 2009 y 2013 el sector de las Tecnologías de la Información creará más de 574.000 empleos y 16.000 nuevas empresas en la UE. En España,  Microsoft y sus ecosistema de partners (12.000 socios) ya dan empleo a 224.000 personas, cifra que se incrementará exponencialmente en los próximos años. Parece evidente que este sector en que nos movemos tiene el potencial de ser uno de los motores de la economía, y uno de sus pilares para la recuperación. Pero, con todo y con eso, llama la atención el hecho de que hay escasez de personas cualificadas en nuevas tecnologías en nuestro país. Algo que, a la luz de las previsiones de los expertos en la materia, debe dejar de ocurrir si España quiere aprovechar la gran oportunidad que representa el sector TIC, cuyo ritmo de creación de empleo se estima tres veces superior al del mercado de trabajo en general entre 2009 y 2013.

Así, Microsoft Ibérica mantiene desplegado desde hace tiempo todo un plan de colaboración con instituciones públicas y privadas tanto para salvar esa brecha digital, como para hacer llegar los frutos de la inversión en innovación a las empresas locales, y que ésta se traduzca en mejores rendimientos y mayor capacidad productiva y de generación de empleo. Existen, por ejemplo, los Centros de Nuevas Tecnologías en colaboración con gobiernos regionales, donde se imparten cursos gratuitos de certificación para mejorar la cualificación de los profesionales (el de Aragón, en marcha desde 2003, consiguió una inserción del 90% de sus alumnos en cursos de tecnologías Microsoft). O las iniciativas con el Servei de Ocupació de Catalunya o la Secretaría de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (el proyecto TIC.CAT, por ejemplo).

Tan importante, o más, son los proyectos de los Centros Conecta, desarrollados junto  la Fundación Esplai y diversas asociaciones y ONGs locales, enfocados a la alfabetización digital de colectivos con difícil acceso a las nuevas tecnologías, de manera que puedan acceder a empleos más cualificados -y es que los empleadores europeos estiman que,  de aquí a cinco años, el 90% de los puestos de trabajo requerirán de capacitación en TI-; o las sinergias de los Centros de Innovación con el entramado empresarial local, con el objetivo de hacer llegar y adaptar a sus necesidades los últimos avances en TI (con ejemplos como el Centro de Productividad de Manresa, o el de Movilidad en Valladolid, o el de Tecnologías para el Turismo en Baleares, etc.), o programas para emprendedores como Microsoft BizSpark ... inciativas que han ayudado crear miles de nuevas empresas en nuestro país.

Si las reformas y reestructuraciones necesarias para reflotar nuestra economía y crear (o reforzar) unos cimientos que permitan un crecimiento uniforme, global y sostenible depende de nuestra clase política, bien es cierto que desde empresas como Microsoft Ibérica reconocemos y asumimos cuán importante puede ser nuestro papel en este escenario. La innovación y la sostenibilidad son decisivos en estos momentos, y sabiendo cuánto podemos aportar al respecto, no pensamos quedarnos mirando.