Extrema las precauciones

Harto de aeropuertos, estaciones y horarios, y en estricto cumplimiento del deber, me levanto a las 5:30 AM, Nescafé con galletas y salgo al volante de mi vehículo de empresa en dirección Norte, ignorando los consejos de evitar los viajes de carretera de la tele.

Todo bien hasta El Molar, donde empiezan las inclemencias del tiempo, que empeoran en cuanto atravieso Somosierra y atravieso Segovia y después Burgos. Aproximadamente en el Km 200 de la N-I vislumbro un todoterreno de la Guardia Civil de Tráfico, y casi me alegro. No están las cosas para infracciones y así no me siento solo. En un momento dado me adelantan, y pasados unos minutos llegamos a un desvío, encienden todas las lucecitas de su flamante coche nuevo y parece que me indican que les siga a la gasolinera. No lo tengo muy claro, pero no me parece muy buena idea darles esquinazo, y además me pica la curiosidad.

Ya en el recinto de la gasolinera hace unos extraños quiebros y se detienen. Me pongo a su lado y les pregunto si querían algo. 7:30 de la mañana. Una boca de lobo. Se bajan. Abro la ventanilla. Bob Marley a todo volumen.

- Agente: Buenos días.

- Yo: Buenos días.

- Agente: ¿Sabe usté que circula con el alumbrado de niebla?

- Yo: Si, lo he puesto yo.

- Agente: Además con el delantero y el trasero

- Yo: Ciertamente. Se quita y se pone todo junto. No me pregunte si se puede hacer por separado. Yo solo tiro de la palanquita

- Pues es que está prohibido

Miro a mi alrededor. Hago memoria. Donde no llovía nevaba, y donde no había bancos de niebla. Me paro a pensar que esta es una de las múltiples ocasiones en las que el Señor me manda pruebas para enseñare a ser prudente, con irregulares resultados hasta el momento. Además uno ya tiene una edad suficiente como para saber que con la gente de uniforme resulta particularmente poco fructífero discutir, y que la Autoridad y la Razón son conceptos que demasiado frecuentemente no van de la mano. Decido intentar no encabronarles.

- Yo: ¿Ustedes han visto que nochecita?. No se ve un carajo (Pero, ¿ustedes son idiotas?)

- Agente: Es que va deslumbrando a todo el mundo. Los papeles del coche por favor...

- Yo: Si, un momento. (¿Deslumbrando?. ¿Como lo que haces cada vez que enciendes todas las lucecitas de tu feria choquetin?. No, debe ser como ese cartel de ahí atrás con los LEDs recién instalados que ponía a todo color "Precaución, bancos de niebla". ¿A todo el mundo?. Ah, ya, debes referirte al esfrozado conductor la quitanieves que acabamos de adelantar los dos hace un par de kilómetros. Si esa que iba esparciendo sal...)

- Agente: Es suyo el coche

- Yo: No, es de Renting

- Agente: ¿Y por qué no lleva los originales?

- Yo: Porque no es mío y no me los dan

- Agente: ¡Ah! las fotocopias están compulsadas.

- Yo: Si, mis compañeros, que están en todo.

- Agente: Pues le voy a tener que extender una denuncia. Un momento

Se van y se meten en el todoterreno. Tardan un rato largo, les veo barajar los papeles afanosamente. Al rato vuelven a bajarse, me devuelven la documentación y me envidan a 70 €, con buena prosa:

multa

Agente: Le he puesto lo mínimo. Si la paga pronto son solo 42 €. ¡Ah!, y no quita puntos.

Yo: Vaya, que bien, cuanto me alegro. Francamente, parece que veníamos por diferente carretera. Me ha caído de todo, y no se ve un carajo desde que he pasado Somosierra.

Agente: No, en este momento las condiciones son excelentes. No puede llevar las anti-niebla hasta Irún.

Yo: Ciertamente. Pero insito que yo no veo un carajo, por lo que asumo que a mi tampoco se me ve (me estoy jugando un test de alcoholemia. Y además es cierto que ahí atrás había un tramo con buena visibilidad. Justo en esa recta ancha donde está colocado el radar. Que extraña coincidencia...).

Agente2 (Hasta ahora había permanecido en silencio): Además le he hecho señales, y usté ni caso.

Yo: Lo lamento agente. Tampoco vi las sus señales. Cosas de la nevada, supongo. (¿Que señas exactamente?. ¿Me has pasado dúples o 31?. ¿Tu bonito todoterreno no tiene ráfagas o claxon, o no sabes ponerte en paralelo, sacar la manita y hacer el perrito como hacemos todos?.

Agente: ¿Desea firmar?.

Yo: No, traiga, buenos días.

Agentes: Buenos días y buen viaje.

Vamos a ver como acaba mi particular partidita tras este animado debate sobre la conveniencia o no de llevar las luces de niebla en un frío amanecer burgales, en pleno temporal. Lo que si que es cierto es que este par de números de la benemérita, a los que Dios les conserve la salud, el humor y sobre todo la vista muchos años, tienen un sentido del deber encomiable. Con lo calentitos que debían de estar en el coche-patrulla van y se bajan, llevando solamente su jersey verde de reglamento, y sin gorra ni tricornio ni nada. ¡A bajo cero y por 40 € de nada!. Eso va a ser que deben ir bajos de objetivos y que peligra su bonus ahora que se acerca el fin de año. Si no, francamente, la cosa no me cuadra.

Lo mejor fue la vuelta. A la hora de cenar pasaba el mismo punto, en dirección contraria. Un poco más adelante, Aranda de Duero. Decidí celebrar las 8 horas de viaje, y las 7 que pasé siendo toreado por un par de máquinas virtuales en casa de un cliente, con un buen corederaco asado. Mejorable (asado por la mañana), pero me supo a gloria.

Amigo conductor. Extrema las precauciones y no dejes de parar en Aranda (o en el Landa :-) )

David Cervigón