VDI es algo mas que VDI

Últimamente, cuando tengo la oportunidad de pillar por banda a algún conjunto de pobres incautos bien predispuestos a escucharme hablar de virtualización, cuento las cosas del revés. Es bien sabido que tener una estrategia "Del Datacenter al escritorio" ya no es cosa nueva, así es que mis presentaciones van "Del escritorio al Datacenter". Sin descartar ese puntillo ególatra de rebeldía y distinción, la cosa tiene sus razones. La primera es sorprender, porque lo que todo el mundo espera es que el chavalote de Microsoft se lance a tumba abierta a dar la matraca con Hyper-V. La segunda, es que cada día tengo más claro que eso de comparar hypervisores va a acabar siendo como comparar navegadores, con discusiones tan acaloradas como estériles. Obviamente intento no defraudar en esa parte, pero lo dejo para después del café y desde luego cierro con el verdadero meollo de la cuestión, que no es otro que la gestión de todo el embrollo.

VDI (Virtual Desktop Infrastructure) es la extrapolación directa de la vieja idea de la virtualización del servidor al mundo del cliente, creando máquinas virtuales de sistemas operativos de escritorio y albergándolas en el datacenter. Los buenos resultados conseguidos en los últimos años con la virtualización de servidores han producido una fuerte y ¿novedosa? tendencia en los últimos meses a aplicar esta aproximación como si fuese un conjuro, pero, si bien los servidores siempre han tenido una taxonomía bastante pobre, las necesidades del usuario y su escritorio son extremadamente ricas y variadas, pudiendo variar mucho entre diferentes organizaciones. Abordar el problema mediante la sustitución del escritorio físico por una máquina virtual en el CPD puede resultar muy frecuentemente tan inadecuada como cara según sean las necesidades del usuario que vaya a utilizar la infraestructura.

Los verdaderos beneficios de aplicar la virtualización se alcanzan cuando se es capaz de desligar completamente las capas de Hardware, Sistema Operativo, Aplicación, Configuración y Datos. La rotura de esas ligaduras es lo que nos permite realmente tener la flexibilidad necesaria para obtener los cacareados ahorros de costes y máximos retornos de inversión. La creación de una máquina virtual solamente rompe la relación entre hardware y sistema operativo, y además no es la única manera de lograrlo. Por tanto para empezar a hablar de virtualización, el escritorio constituye un ejemplo estupendo de que todo este negocio va mucho más allá de la mera capacidad de crear una máquina virtual e instalar dentro de ella un sistema operativo, y que hay otras tecnologías que renovadas y/o rebautizadas pueden ayudarnos a lograr los mismos resultados y además de una forma mucha más barata. A saber:

  • Virtualización de Datos y Configuración: Bonita manera de llamar a las viejas políticas del sistema, renombradas posteriormente a políticas de grupo, combinadas con los perfiles mandatorios y/o móviles, la redirección de carpetas, las carpetas offline. Todo esto aderezado con sistemas de almacenamiento distribuidos como el DFS, nos permiten que la configuración del sistema y las aplicaciones así como los datos del usuario estén siempre presentes de forma consistente, e independientemente del dispositivo físico que este usando el usuario.
  • Virtualización de la presentación: Ejecución remota en el servidor, presentación local. Vamos, los servicios de terminal de toda la vida, y que ya en el pasado produjeron un buen revuelo en torno a la hipotética muerte del PC de escritorio a manos del Cliente Ligero (también conocido desde tiempos muy remotos con el peyorativo nombre de Cliente Tonto). Hoy en día Windows Server 2008 ofrece una funcionalidad muy completa en torno a Terminal Services con sus funcionalidades de TSWeb, RemoteApp, TS Gateway, que se aprovechan desde el otro extremo con el cliente RDC 6.x.  Por supuesto, hay otro importante en el mercado que viene complementando la solución desde los tiempos del NT 4.0.
  • Virtualización de Aplicaciones: Esto nos permite que la aplicación se ejecute en una burbuja que contiene todo lo necesario para que funcione (sus propios ficheros, registry, objetos del sistema, etc.) sin que se "ensucie" en modo alguno el sistema operativo que tenemos por debajo. De esta manera podemos tener aplicaciones incompatibles entre si ejecutándose concurrentemente e incluso compartiendo información, manteniendo además la independencia con el sistema operativo. Microsoft Application Virtualization / APP-V / Softgrid hace esto y permite además el despliegue rápido de la aplicación virtualizada en función de la mera pertenencia del usuario a grupos de seguridad específicos al puesto cliente en el que el usuario haya iniciado sesión. esta solución puede usarse en entornos tanto de escritorio físico, como virtualizado, como de virtualización de la presentación. Es decir, que lo podemos instalar en Windows XP y Vista (corriendo tanto en físico como en virtual), pero también dentro de un servidor de Terminal Server.
  • Virtual PC / Kidaro (MED-V): Esta solución esta llamada a ser el ultimo recurso para esa aplicación rebelde, incompatible con el Sistema Operativo, o no virtualizable con App-V. En este caso la aplicación se instala sobre un SO completo montado en un Virtual PC, pero todo esto sucede y corre de forma invisible para el usuario, que simplemente ve la la ventana de aplicación en su escritorio como si se tratara de una instalado localmente.

La construcción de una máquina virtual cliente y su almacenamiento en el datacenter traslada también directamente los costes de la solución de un sitio a otro. Sin embargo, la memoria, procesador y almacenamiento del datacenter son más caros que los equivalentes en el mundo del escritorio. A cambio obtenemos la flexibilidad de las nuevas posibilidades de gestión centralizada de todo el ciclo de vida del escritorio que nos ofrece la virtualización, probada con éxito en el mundo del servidor. Por tanto, antes de decidirnos por esta alternativa es conveniente cruzar el elevado coste de la solución con sus ventajas y con las necesidades reales del usuario.

Una buena infraestructura optimizada de virtualización del escritorio es aquella capaz de unificar las ventajas de todo lo anterior en usa misma arquitectura. Es decir, debe ir mucho más allá de lo que hoy entendemos por VDI, sin cambiar realmente demasiado su esquema. Ante la necesidad de un usuario a los mandos de un dispositivo, más o menos rico, de ponerse a realizar una tarea o una serie de ellas, la solución debe ser capaz de redirigirle a una máquina virtual albergada en el datacenter, a un servidor o granja de terminales, a un escritorio físico encendido en un lugar remoto, o una máquina virtual albergada a su vez en ese escritorio físico remoto. Conceptualmente, la solución es simplemente un cliente RDP que es redirigido por un bróker a un sistema con RDP habilitado. Adicionalmente, las aplicaciones pueden estar a su vez virtualizadas en uno o ambos extremos, como alternativa a la instalación de software tradicional. Y es precisamente dicho bróker el que debe implementar la lógica por la cual, dependiendo de las necesidades específicas del usuario en particular, se le remita al extremo más barato y mejor optimizado para llevar a cabo las tareas que se pretenden realizar. Algo así:

VDI

Vaya por adelantado que esta imagen es una simple ilustración de producción propia y que no esta extraída de "roadmap" alguno. Si que es cierto que ya hay brokers de este estilo en el mercado, y el de Windows Server 2008 R2 parece que va en esta línea.

Saludos

David Cervigón