El Padre Parada vuelve a ser Don José

Anteayer, PadreParada se convirtió de nuevo oficialmente en Don José (no en este Don José pero casi), al dejar de lado el predicado de la verdad tecnológica y pasarse al mundo de la venta y el vil metal. Han sido tres años trabajando con él, desde que me incorporé al departamento de Evangelismo y me lo encontré allí, solito, lidiando con los asuntos "de sistemas" en un departamento de desarrolladores. Contaba con la ayuda de un extraño melenas que campaba a sus anchas por las oficinas sin un "badge" reglamentario que le abriera las puertas, y ambos estaban "soportados" en el sentido más amplio de la palabra por Olvido Nicolás, a los mandos del programa TechNet, que aportaba el sentido común y cordura necesarios como para que al menos los ponentes viajaran a la misma ciudad donde estaba convocado el evento. Mi contribución al caos debió de resultar suficiente como para acabar de convencer a Olvido de la necesidad de un cambio urgente en su desarrollo profesional, y desde entonces hasta ahora el encargado de intentar coordinarnos ha sido Alberto Amescua, que es además para más datos el responsable de "espamearos" regularmente a miles de vosotros con su edición periódica de la TechNet Flash.

Conocí a José en nuestra época en soporte. El fue de hecho el que me coloco al pieza de su primo en el equipo y fue entonces cuando descubrí que ciertas habilidades técnico/sociales deben de ser genéticas, y que cualquier habitante de la costa que va desde Castro Urdiales a la desembocadura del Miño está de ellos a menos de tres saltos de consanguinidad, y coincidieron de hecho hace poco en la boda de un familiar común, o en su defecto en alguna regata.

Trabajar con José durante este tiempo ha sido fácil. Es un tío con el que no hace falta hablar dos veces las cosas y al que no he visto dejar nunca a nadie tirado (aunque no le hayan faltado las ganas) si ha estado a su alcance echar una mano. Es "protestica", porque le gustan las cosas bien hechas y parece que este mundo no acompaña demasiado, tiene pocos dobleces y por tanto una peligrosa tendencia a decir siempre lo que piensa. Le gusta discutir hasta al limite de la bronca, pero sin posteriores rencores, y es una de esas personas que te enseñan a apreciar que incluso la gente de palos muy diferentes a los tuyos pueden ser buena gente después de todo, con la que al final tienes mas cosas en común que diferentes. Y digo esto a pesar de que el pobre es del Atleti, lo que le da un contrapunto de resignación a sus venas inconformistas.

No se va muy lejos, ni siquiera se cambia de planta, pero echaré de menos andar cosiendo juntos el mapa, de aeropuerto en aeropuerto o perdiendo algunos puntos del carné, insitiéndoles a los camareros que el chuletón nos gusta poco hecho, muy poco hecho, y montando y desmontando nuestros "datacenters" virtuales mientras el otro canta su parte. Sin embargo, tengo la sensación de que coincidiremos en algún que otro sarao que nos hará recordar los buenos tiempos sobre un escenario.

Creo que mis compañeros de Sector Publico han hecho un buen fichaje. Mucha suerte en tu nuevo periplo y ya sabes donde estamos compañero.

Saludos

David Cervigón

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